Ricardo Ordóñez /ICAL - José Miguel García Pérez, nuevo rector de la Universidad de Burgos
BURGOS - EDUCACIÓN
Domingo, 24 de Noviembre de 2024

José Miguel García: “El Grado de Medicina va a contribuir a paliar el problema de personal sanitario en el medio rural”

N.M.J - La consolidación de los grados de Medicina y Matemáticas y la transformación de la Universidad en un centro de cuarta generación son dos de los retos que se marca el recién elegido nuevo rector de la UBU

El catedrático de Química Orgánica y todavía vicerrector de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la Universidad de Burgos (UBU), fue elegido el pasado jueves 21 de noviembre como nuevo rector de esta institución. Ese día no hubo sorpresas, era el único candidato a ostentar este cargo, sin embargo, el reto comienza ahora. Todavía se desconoce la fecha en la que tomará posesión de su cargo, pero José Miguel García ya está trabajando por lograr el que ha marcado como el objetivo principal de su candidatura: la transformación de la Universidad de Burgos en una universidad 4.0, plenamente integrada en la sociedad y conectada con el entorno europeo. Su propuesta incluye modificaciones en la estructura organizativa, reduciendo el número de vicerrectorados. Estará al frente de la Universidad cuando llegue la implantación del grado de Matemática Aplicada y Computación en septiembre, así como del ansiado grado de Medicina en 2026/2027.

 ¿Qué supone haber sido elegido nuevo rector de la Universidad de Burgos?

Llevo muchos años en la universidad, y he tenido una faceta mixta de los tres perfiles que puede tener un universitario: el perfil docente, investigador y gestor. Con toda esta trayectoria, conozco la universidad y tengo la trayectoria para trabajar un poco en la línea que tenemos en el programa.

¿Cuál el objetivo principal que se marca en su legislatura?

Tenemos objetivos genéricos y otros más específicos. La parte genérica es la de transformación de la Universidad de Burgos en una universidad 4.0, insertada y al servicio de la comunidad en todos los ámbitos, y directa a impulsar el desarrollo socioeconómico y de valores de la sociedad.

¿Qué aspectos debe acometer primero el centro para lograr esta Universidad 4.0?

Necesitamos una adaptación de toda la administración de la universidad. Una modernización del sistema burocrático, para reducir carga burocrática y aumentar el valor del trabajo que ejercen los trabajadores y el personal docente investigador. Se van a retirar determinadas tareas que lo que hacen es lastrar la productividad por vía de la burocracia.

Hablaba del grado de Matemática Aplicada y Computación. ¿Qué puede aportar este grado a la ciudad de Burgos? ¿Va a tener una gran demanda?

Va a tener una demanda altísima y aporta muchísimo valor a ciudad y provincia, porque una de las características de Burgos es que está muy industrializada. Tenemos tres núcleos muy potentes en Aranda, Miranda y Burgos, y este es un grado que nos lo demanda el sector industrial y de servicios. Está relacionado con tratamiento de datos e Inteligencia Artificial. Estamos en la línea y lo vamos a necesitar también para la propia transformación de la universidad. Generamos personal con talento, y al hacerlo localmente, la posibilidad de retención del talento son mucho más altas.

¿Contar con un grado de Medicina podría ayudar al problema que existe en el medio rural?

El problema está extendido, pero es mucho más acuciante donde no hay estudios de medicina próximos. Seguro que va a contribuir a paliar o incluso a solucionar en un futuro próximo el problema de personal sanitario.

La investigación ha marcado su carrera. ¿Seguirá siendo una prioridad para la UBU?

No entendemos una universidad sin investigación. Esa investigación que generamos y que hacen otros, la empaquetamos y ponemos a disposición en todo el sistema de docencia del estudiante, para que luego tenga esas capacidades para innovar y contribuir al desarrollo socioeconómico, especialmente en un entorno como el nuestro, tan industrial.

¿Los investigadores cuentan con el apoyo necesario a nivel autonómico y nacional?

Creo que no hay un apoyo continuado. Tradicionalmente en nuestro país hay grandes momentos de impulso de la investigación y en cuento entramos en una crisis o hay problemas económicos, deja de ser una prioridad. Lo que requiere, para empezar, es una estabilidad, una financiación basal que ahora no hay, y luego una parte competitiva. Nos falta esa parte basal, la competitiva sí que está. Ahora mismo con los Fondos Next Generation es bastante relevante, pero en un futuro próximo esos fondos van a terminar desapareciendo, pero no sabemos si va a haber unos nuevos que los sustituyan o no. Si no los hay, entraremos en un bache tremendo.

¿Estamos consiguiendo retener a nuestros investigadores?

Eso es una tarea pendiente porque no hay una continuidad precisamente. De repente nos encontramos con estos altibajos y los investigadores se tienen que ir o cambiar de grupos, y eso no es bueno para el sistema. Nosotros estamos avanzando, pero el resto de países también. Estamos en una carrera, tienes que ir más deprisa que los demás porque ya están por delante y ofrecen condiciones mucho mejores a los investigadores y posibilidades de desarrollar una carrera de futuro, y de tener una vida familiar a una edad razonable

Financiación de la universidad. ¿Qué parámetros hay que seguir para abordarla?

Lo mismo que la investigación, tendríamos que tener al final una financiación básica de soporte, basal, y una financiación por objetivos, que nos permitiera cubrir nuestras necesidades y sobre todo las vinculadas al desarrollo socioeconómico de la ciudad y de la provincia. Lo que la universidad recibe lo multiplica. Cada euro lo multiplicamos por cinco y se lo devolvemos a la sociedad multiplicado. Creo que si tenemos una financiación adecuada, eso puede ser incluso mayor.

La gobernanza actual es la ideal o preferiría cambios?

Lo que estamos proponiendo es una concentración de competencias en algunos vicerrectorados porque creemos que la coordinación va a ser mejor. Es una cuestión de optimización y modernización, porque la universidad ha cambiado mucho en los últimos años, y probablemente habrá que ir haciendo cambios.

¿Es necesario un nuevo mapa de titulaciones?

Creo que es muy posible que sea necesario, pero a quien tenemos que escuchar es al entorno socioeconómico. Estoy seguro que si ahora no existe esa demanda, dentro de tres años, con todos los cambios que nos están por venir, vamos a tener que tener titulaciones adaptadas, o modificar las que tenemos, porque no sabemos qué tipos de trabajos va a haber dentro de diez años.

¿Estaría dispuesto a compartir grados y postgrados con otras universidades de la Comunidad?

Lo estamos haciendo. El título que tenemos de Ciencias Gastronómicas lo tenemos con Valladolid y León. Tenemos mucha colaboración con las cuatro universidades públicas en muchos ámbitos y una buena relación, así que estamos totalmente dispuestos. Con esta dinámica de autoaceleración de los procesos tecnológicos, es posible que esa sea una vía de formación. 

Se acusa a la universidad de endogámica. ¿Se puede trabajar en este sentido por la internacionalización?

Creo que ahora mismo tenemos muchísima movilidad, tenemos gente contratada para tareas principales de investigación o que pueden dar un poco de docencia, y tenemos muchos más profesores de ámbitos diversos. Ahora mismo hay un panorama de movilidad previa y también cuando estás dentro de la universidad. Esta endogamia de la que se habla desde el siglo pasado ahora mismo es una situación de intentar captar el talento de los demás. Estamos en un punto bastante diferente de lo que tradicionalmente se ha considerado endogamia.

¿Cuál será el primer paso que dará una vez tome posesión?

Nos hemos comprometido a empezar a hablar del tema del PTGAS, de su situación y ver cómo podemos establecer esa promoción horizontal y vertical. Tiene que estar vinculado con la modernización, la movilidad y las oportunidades transparentes para todo ese personal, y sobre todo para aprovechar el potencial que tiene.

Uno de los reclamos que hacía su antecesor a la Junta de Castilla y León era precisamente el Grado de Medicina, una petición ya cumplida. ¿Cuál es el suyo? ¿Qué pide al Gobierno autonómico?

Ahora mismo tenemos que consolidar Medicina. Es un reto en cuanto a personal, programa, costes, y una oportunidad para la sociedad burgalesa enorme. Tenemos que conseguir un gran consenso en torno al mejor título que se pueda plantear, que será puntero a nivel nacional e internacional.