
Sábado, 29 de Mayo de 2021
Javier Mérida, director del Colegio Mayor Guadalupe: “Las novatadas universitarias traspasan la frontera de la coacción y el abuso de poder”
El director del Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe de la Universidad Pontificia de Salamanca, Javier Mérida, participa en la publicación de ámbito nacional 'Las novatadas. El Maltrato como diversión'. La obra, pionera en la temática, recoge diferentes experiencias e investigaciones académicas de varios profesionales que trabajan cerca de la problemática y conocen las consecuencias derivadas de las acciones que lesionan los derechos individuales. En ella se aborda no solo el fenómeno de las novatadas, sino su justificación, su historicidad, costumbres, efectos, secuelas, conflictos psicológicos y sociales, así como problemas culturales y de género que derivan de estas acciones. En una entrevista con la Agencia Ical, Mérida, con experiencia al frente de dos importantes residencias salmantinas, profundiza en la necesidad de erradicar esta conducta a partir de un nuevo marco normativo, en medio de la tramitación de una Ley de Convivencia Universitaria que promete poner coto a esta actividad tan arraigada en la ciudad universitaria por antonomasia.
¿Cuál es la frontera entre la diversión por la integración y una conducta lesiva entre compañeros?
La coacción y el abuso de poder. Cuando llega ese momento deja de haber integración y hay una sobreposición a otra persona por diversión propia. Otra frontera que también se puede situar es cuando una de las dos partes desiste de la broma y se autodefiende. El problema es saber, en ese momento, hacia dónde se puede dirigir la persona que ha pasado por eso. Es decir, nunca ha habido, por ejemplo, estadísticas sobre el número de denuncias en novatadas que ha habido en las universidades españolas. Jamás se ha dicho, por parte de los defensores universitarios, que se hayan recibido tantas reclamaciones, de ellas, tantas procedimentadas, tantas sobreseídas, tantas absolutorias y tantas condenatorias. No ha habido una transparencia institucional hacia este fenómeno. Y cuando hay opacidad, lo que hay es consentimiento y complicidad.